Siguiendo con el artículo anterior ¿Cuál es tu tipo de personalidad? (si no lo leíste te sugiero leerlo antes de seguir leyendo este...), hoy te propongo que veamos más en profundidad los diferentes “eneatipos” o tipos de personalidad que define el eneagrama.

Seguro te gustará “encontrarte” y conocerte más. Descubrir tu personalidad es como hallar un manual de instrucciones para saber: cómo gestionarte mejor, qué evitar, qué necesitas incorporar, qué dejar de reforzar, cuáles son tus miedos más básicos y tus deseos más primarios, etc.

Conocer tu eneatipo, no tiene como propósito etiquetarte, al modo: “soy un dos” sino tomar tu estilo de personalidad como el inicio desde donde incorporar lo mejor que tiene para aportar cada tipo de personalidad. No hay un eneatipo mejor que otro, lo importante es el grado de conciencia que cada quien tenga para ejercerlo y lo saludable que sea tu personalidad al momento de relacionarte con vos y con los demás. Por ejemplo: Gandhy y Hitler pertenecen al mismo eneatipo, el primero en estado de “integración”, el segundo en estado de “desintegración” total, uno en luz, otro en sombra.

Veamos cada uno de los nueve estilos que componen esta herramienta maravillosa de auto-conocimiento. Esto es apenas un “asomarse” a una gran ventana para mirarnos más allá de nuestra limitada personalidad y de esta manera comenzar a sacar capas y capas de condicionamientos para llegar a nuestra más auténtica y verdadera esencia.

• Comparan la realidad con un conjunto de normas o estándares ideales.
• Buscan la perfección. Evitan el error y encuentran siempre “la falta”.
• Meticulosos, detallistas, obsesivos, ordenados. 
• Obstinados y muy posicionados. Es muy difícil que cambien de opinión.
• Tiene un pajarito interno que le dice todo el tiempo: “deberías”, “tendrías que”, sino cumplen con su deber no pueden disfrutar y se sienten culpables con mucha facilidad.
• Hacen lo correcto. El trabajo, la mesura, la disciplina, la honradez y el esfuerzo son sus principales valores.
• Severa crítica interna que todo el tiempo los está juzgando por sus comportamientos.
• Tienden a trabajar compulsivamente. Se desconectan de sus emociones y de sus sensaciones físicas si estas les impiden cumplir con sus responsabilidades.
• Su emoción básica es la ira o el enojo que en verdad nace de sus necesidades insatisfechas y su tendendencia a restringuirse. Sin embargo, ese enojo lo canalizan a través de señalar fuera lo que está mal, debería ser mejor o corregirse.
• Son personas tensas a las que les cuesta relajarse y disfrutar. El disfrute debe ser ganado o solo es posible si queda tiempo luego de cumplir con todas las responsabilidades asumidas.
• No conocen de matices ni grises. Su pensamiento es extremista: todo lo miden en términos de bien o mal, blanco o negro, correcto o incorrecto.

• Se adaptan para complacer a los demás.
• No reconocen sus propias necesidades y ven “necesitados” por todos lados.
• Confunden el “ser queridos” con el “ser necesitados”. Desean ser fundamentales e imprescindibles en la vida de los demás. Les gusta generar dependencia hacia elllos.
• Posesivos de sus seres queridos. Tienden a ser sobreprotectores.
• Esperan que los demás hagan los mismos sacrificios que ellos hacen. Tienden a "pasar factura" por todo lo que dan.
• Piensan que deben “ganarse” el afecto ayudando, colaborando y volviéndose prioridad en la vida de sus seres amados.
• Tienen facilidad para generar “intimidad” y les encanta que les confiesen secretos que otros no saben.
• Tienen dificultad para registrar los límites que los demás les ponen. Pueden ser invasivos en sus intentos de reforzar sus relaciones de afecto. 
• Necesitan el "contacto" y cuando se lo niegan, se sienten rechazados.
• El eje de su vida son las relaciones interpersonales. Les cuesta pasar tiempo en soledad y temen el abandono.
• Tienen una empatía fuera de lo común y les cuesta negarse a cualquier petición.

• Se miden y valoran por los logros y resultados alcanzados.
• Orientados al éxito laboral, a la productividad y a la ejecución.
• Les gusta la competencia y la eficiencia. Evitan el fracaso a toda costa.
• Poca conexión con su mundo emocional. Si sus emociones entorpecen o bajan su rendimiento, las bloquean y se vuelven hiperactivos laboralmente.
• “Soy lo que hago”, es su lema. Piensan que valen de acuerdo a lo que consiguen.
• Cuidan su imagen en exceso y “saben” relacionarse con las personas que les convienen.
• Son camaleónicos. Se adaptan al ambiente de ocasión para lograr “pertenecer”. 
• Saben sacar provecho de cada encuentro y no desentonar con el resto. 
• Nunca quieren ser menos.
• Autoengaño. Comienzan a asumir como real la imagen que ofrecen a su público.
• Tienden a mostrar que en sus vidas todo funciona a la perfección. Les gusta lucir una imagen exitosa.
• Saben lo que quieren y van por ello cueste lo que cueste. 
• Siempre tienen un objetivo en mente.
• Son muy ambiciosos. Les gusta rodearse de gente importante y de clase.

• Desean lo inaccesible, lo lejano, lo imposible, lo difícil de conseguir. 
• Evitan lo ordinario, lo vulgar, lo mediocre. No les gusta mezclarse con "la gente" común.
• Baja autoestima y complejo de inferioridad. “Todos son felices menos yo”.
• Adicción al anhelo y a la melancolía. Viven en su imaginación.
• Su pensamiento es muy complejo y sus emociones demasiadas enredadas.
• Desdén por la vida ordiaria,“lo superficial les parece decadente”.
• Amplifican sus emociones a través de las pérdidas, las fantasías, la conexión artística y las artes dramáticas.
• Complejizan lo simple. Son tan dramáticos y tan profundos que se vienen abajo.
• Desean lo que les falta y lo rechazan cuando vuelve a estar disponible.
• Temor al abandono pero a la vez se alejan cuando los demás se les acercan.
• Capacidad para apoyar a otros durante momentos de dolor o de crisis.
• Sensibles, reservados, expresivos, ensimismados y temperamentales.

• Buscan la privacidad y no involucrarse con los demás. Se aislan. Les gusta estar en su “cueva”.
• Son muy celosos de su energía y de su tiempo. Priorizan sus áreas de interés.
• Almacenan saber y viven en el mundo de las ideas.
• Viven con poco y lo poco lo necesitan poco. Priorizan la independencia. 
• Rehuyen a pedir ayuda por miedo a que los demás luego le pidan lo mismo.
• Miedo a sentirse invadidos.
• Controlados emocionalmente. Sienten predilección por los eventos estructurados y los planes conocidos con anticipación.
• Actuan con sensatez, no por intuición ni emoción.
• No comprenden porque la gente es tan sentimental.
• Mantienen las secciones de su vida separadas entre sí (como en cajones separados: familia, amigos, pareja, trabajo, etc.).
• El saber los hace sentir seguros. Son cerebrales. Recopilan enorme cantidad de información.
• En sus conversaciones sulen utilizar más frases de autor que pensamientos propios.
• Carecen de espontaneidad.
• Sensación de alejamiento de los eventos de la propia vida.

• Aplazan todo por temor. Piensan de más en lugar de pasar a la acción.
• Se preocupan demasiado por el futuro.
• Piensan siempre en el peor escenario posible.
• Olvidan sus logros y sus éxitos. Por lo cual siempre se sienten inseguros.
• Problemas con la autoridad. Sometimiento o sublevación contra ella.
• Sospechan de las motivaciones ajenas, tienden a ser demasiado desconfiados.
• Muy responsables y comprometidos.
• Son gregarios, necesitan pertenecer a grupos que los identifiquen. Hablan más en términos de “nosotros” que desde un “yo individual”. Son el "pegamento"  grupal.
• Prefieren seguir reglas claras de un lider confiable. No les gusta liderar.
• Cuestionan y ponen a prueba a la autoridad pero si “pasan la prueba” pueden confiar ciegamente en ella.
• “Mente dubitativa”. Les cuesta tomar decisiones y piden continuamente opinión a personas que consideran de su confianza.
• Analizan continuamente el entorno en busca de claves que justifiquen su sensación de amenaza interna. 
• Sus emociones básicas son el miedo y la ansiedad.
• Sienten el mundo como un lugar amenazador. Ven peligros en todos lados.

• Necesitan estimulación constante. Adictos a nuevas e interesantes cosas para hacer.
• Evitan el dolor a toda costa y rehuyen de la tristeza y de los dramas.
• Mantienen múltiples opciones. No quieren perderse nada. Tienden a dispersarse.
• No quieren limitaciones ni ningún tipo de condicionamientos.
• Remplazan los sentimientos profundos y dolorosos por alternativas placenteras.
• Se la pasan planificando nuevas ideas, proyectos y experiencias.
• Son seductores y encantadores natos.
• Evitan el conflicto. Se alejan de los problemas. Buscan descontracturar y minimizar.
• Pueden ser muy superficiales en sus relaciones, no les gusta profundizar.
• Pueden hacer muchas cosas a la vez. Activo, espontaneo, amiguero.
• Solo se vive una vez”, es su lema. No quieren perder tiempo.
• Para ellos el mundo está lleno de oportunidades y opciones.

• Controlan sus posesiones y su espacio personal.
• Quieren tener el control y el poder. Evitan la debilidad y mostrarse vulnerables.
• Ellos son los que ponen las reglas y solo ellos pueden modificarlas. Tienen las suyas propias.
• Dan una imagen exagerada de sí mismos: demasiado fuertes, demasiado intensos. Son personas directas e intimidantes que pueden llegar a ser muy agresivas.
• Marcan límites claros y suelen ser personas intimidantes.
• Detestan a quienes se victimizan pero ponen bajo su ala a las personas que consideran en verdad en inferioridad de condiciones.
• Son los más dominantes y seguros de sí mismos. Decididos, voluntariosos y retadores.
• Confunden la verdad objetiva con una opinión subjetiva que favorece sus propios planes.
• Negación inconciente de sus debilidades personales.
• Protectores de quienes ellos reconocen como “su gente”, "su círculo".
• No es fácil “entrar” a su círculo de confianza.

• Evitan el conflicto, priorizan tener paz, a un a costa de no defender una postura distinta.
• Se dejan llevar y se mimentizan con quienes están.
• Gran ambivalencia, pereza, desidia, poca constancia. Eligen la comodidad por sobre todo.
• Son "la ley del menor esfuerzo", suelen conformarse con muy poco. Satisfechos natos.
• Repiten soluciones conocidas. Rutinarios. Actúan por hábitos.
• Postergan todo para mañana.
• Tienen dificultades para iniciar el cambio. Les resulta más sencillo saber lo que no desean que lo que sí se quieren.
• No pueden decir que no. No se oponen. Dejan que los demás decidan. 
• Le cuesta separarse, ser el que se marcha.
• Disminuyen su energía física y casi nunca se enojan.
• Agresión pasiva. Maneras muy sútiles de mostrar su enojo (olvidos, indiferencias, omisiones).
• Controlan a través de la testarudez. No hacen nada. Esperan.
• Dificultad para adoptar una posición personal. 
• Se sienten “no vistos”, pero tampoco se muestran o imponen.

Podemos saber si estamos más o menos sanos, en luz o en sombra, integrados o desintegrados, de acuerdo a si estamos ejerciendo la virtud o el defecto principal de nuestro tipo básico.

En el contexto de una terapia, utilizar esta herramienta ayuda una enormidad a enseñar a gestionar la personalidad teniendo en cuenta la idiosincrasia que cada uno trae.

El eneagrama es una herramienta excepcional de autoconocimiento que nos ayuda a conocernos. Aplicarla con un acompañamiento, nos permite ver nuestros puntos ciegos, "aquello que nos cuesta aceptar", y que un otro diferente puede hacerlo evidente.

Poder expresar la propia personalidad de manera integrada y dando de sí lo mejor, nos posibilita realizarnos y brindar al mundo los dones que cada uno trajo para dar. Lo contrario, nos mantiene en la sombra de quienes hubiésemos podido ser si nos hubiéramos animado a mirarnos con honestidad y a quitarnos las capas de defensa que nos mantienen apocados, puediendo desplegarnos más y más...

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