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El temor a desplegar nuestros dones y talentos

Por Corina Valdano

28 de mayo de 2017

Jonás y su sensación de no estar a la altura de las expectativas

Jonás fue un personaje bíblico al que Dios encomendó una tarea y éste sintiéndose incapaz de cumplir esa misión, rehuyó de su destino. “No estaré a la altura de semejante desafío”, acobardado concluyó.

Abraham Maslow, padre de la Psicología Humanística, basándose en ese relato antiguo, llamó “Complejo de Jonás” a:

  • la propensión de negar los propios talentos.
  • la imposibilidad de reconocer las propias grandezas.
  • la incapacidad de explorar las propias capacidades.

¿Cuál es la consecuencia de semejante omisión?

Cuando nos estancamos por debajo de nuestras posibilidades, al cabo de un tiempo experimentamos algo así como un sentimiento de “auto-traición”. Es decir, que en lo profundo reconocemos que habiendo podido más… solo nos animamos a llegar hasta “ahí”.

¿Qué nos dice la psicología tradicional?

La psicología tradicional desde siempre nos ha dicho que reprimimos "lo oscuro", lo negativo y lo inaceptable de nosotros mismos. Reprimimos también nuestros traumas, nuestros conflictos. Resulta entonces que aquello que nos avergüenza admitir se pone bajo llave en lo recóndito del inconsciente, que además suele traicionarnos cuando apénas nos descuidamos.

Cuando nos estancamos por debajo de nuestras posibilidades, al cabo de un tiempo experimentamos algo así como un sentimiento de “auto-traición”. Es decir, que en lo profundo reconocemos que habiendo podido más… solo nos animamos a llegar hasta “ahí”.​

La Sombra Dorada

Sin embargo, la Psicología Transpersonal, que es la psicología que elijo en mi vida y para trabajar, afirma con absoluta convicción, que esta es solo una parte del vasto inconsciente que nos habita. Hay, además, en este enigmático e íntimo lugar, un cúmulo de habilidades, capacidades y recursos positivos que duermen en nuestro interior y aguardan ser desplegados por quienes tienen el valor de animarse a salirse de su zona de confort.

Carl G. Jung denominó a este patrimonio propio y tan beneficioso: “Sombra Dorada”, para diferenciarla de esa otra Sombra, de la que habla la psicología tradicional, que es sede de lo más más bajo de sí. Al respecto Jungo nos dice:

No es simplemente el lado “sombrío” de nuestra personalidad el que descuidamos, desdeñamos y reprimimos. También podemos hacer lo mismo con nuestras cualidades más positivas y armoniosas.

¿Qué habita en la Sombra Dorada?

Conquistar, crear, crecer, emprender, lograr y animarse a más, supone el desafió de apropiarse, apoderarse y hacer uso de esos recursos que habitan en nuestro sabio y luminoso inconsciente.

Muchas personas advierten sus capacidades cuando la vida no da opción y les exige más…

Es entonces que, de repente se nos quita lo cómodo y descubrimos nuestra faceta emprendedora, ayudadora o lúcida.

Cuando una crisis sacude las certezas, la creatividad germina como hierba bajo la tierra.​

Por ejemplo, cuando las circunstancias apremian, la valentía, que desconocíamos de nosotros mismos, irrumpe con fuerza interna arrolladora. Ese coraje es parte de nuestra Sombra Dorada que manteníamos amordazada y no desplegada.

Cuando la Sombra Dorada aparece, nos sorprendemos de nosotros mismos

Como quien se asombra de sí... sintiéndose desconocido y ajeno, admite con tono bajito:

"No pensé que sería capaz de…”. O los demás pueden decir: No sabía que eras tan… talentoso, virtuoso, valiente, perseverante, creativo oarriesgado".

Y la lista de características puede seguir tanto como personas existan, ya que nadie vino a este mundo sin dones y talentos que ofrecer.

Y es importante reflexionar que no solo podemos, sino que, además, tenemos la responsabilidad moral y espiritual de regar las semillas que nos fueron dadas para que puedan ser utilizadas y aprovechadas por otros. Tal como cada uno de nosotros disfruta y goza de lo que consiguieron muchas personas que se animaron a ir más allá de sus limitaciones, imposibilidades y temores y deplegaron sus dones. Así la evolución se construye entre todos al mismo tiempo que conseguimos nuestra autorrealización. Una mirada trascendente es una muy buena motivación cuando quienes emprenden, además de perseguir el éxito personal logran ver más allá de sus propios beneficios y se convierten en agentes activos del cambio colectivo.

Emprender desde este lugar, es dar pinceladas en un cuadro que enmarcamos entre todos. Es dotar a tu empresa, a tu idea o a tu proyecto de un valor que le otorga un sentido que no tiene precio.

Una mirada trascendente es una muy buena motivación cuando quienes emprenden, además de perseguir el éxito personal logran ver más allá de sus propios beneficios y se convierten en agentes activos del cambio colectivo.

Ser la mejor versión de sí es iluminar esa Sombra Dorada

Quizás ese disco que espera ser grabado… ese negocio que espera ser llevado a cabo… ese talento que aún no es mostrado… ese riesgo que aguarda ser tomado…, forma parte de dar a luz lo mejor que tienes por parir.

La evolución se construye entre todos al mismo tiempo que conseguimos nuestra autorrealización.

Tolerar la incertidumbre, reconocer que en toda ganancia hay cierrta pérdida, que no hay acierto sin error, que la crítica daña, pero no mata, que hay tantas posibilidades como ideas quieras pensar, que del ridículo sí se vuelve y que se puede volver a apostar, son los desafíos que deben asumir aquellas personas que están dispuestas a ir más allá de lo que creen ser capaz y logran lo que Jonás, preso de sus inseguridades y temores no pudo concebir:

  • “Sentirse estar a la altura de sus propios sueños.”
¿Te encargas a diario de interrogar y regar tus dones y talentos?
Te estarás beneficiando a tí y al resto. Tu Sombra Dorada espera ser despertada, no la dejes dormir el resto de tu vida. Tu realización depende de tu valentía de ejercerla y embellecerla cada día